lunes, 9 de febrero de 2015

¿Por qué creemos en cosas raras? (II) SUPERSTICIONES Y PENSAMIENTO MÁGICO




Supersticiones

Superstición es la creencia contraria a la razón que atribuye una explicación mágica a la generación de los fenómenos, procesos y sus relaciones. La superstición es la creencia, no fundamentada, o irracional, de que ciertas prácticas o rituales (como rezos, ensalmos, conjuros, hechizos, invocaciones a espíritus, sacrificios u ofrendas simbólicas o tangibles  a fuerzas sobrenaturales, uso de pócimas o recetas, maldiciones u otros rituales), o determinados acontecimientos (como la caída de sal al suelo, un gato negro, pasar debajo de una escalera o la llegada de un martes 13), pueden alterar el destino o la suerte de una persona.

Se incluyen entre las supersticiones la adivinación y sus distintas disciplinas, tales como astrología, quiromancia, cartomancia o tarot, geomancia, así como otras prácticas como espiritismo, curanderismo, feng-shui, magia, la numerología y otra serie de pseudociencias que aceptan postulados mágicos, arraigados histórica y culturalmente que, para el hombre creyente, les induce a conclusiones y razonamientos mucho más satisfactorios y, aparentemente, con más sentido y significado que la propia ciencia.

¿La religión es una superstición? Aunque la superstición se trata siempre de creencias sin ningún tipo de evidencia científica, el concepto no siempre engloba todo lo que no es científico. En el sentido coloquial general se utiliza de manera equivalente a los conceptos de irracional o no científico. Debido a que el concepto se define desde distintos sistemas de creencias, los contenidos estarán determinados por la posición científica o religiosa de quien los presente. Algunas definiciones del término excluyen, por ejemplo, a las creencias de la fe religiosa, las cuales no son científicamente probables.  Por otra parte, los críticos de la religión utilizan el concepto en su connotación negativa para englobar a todas las concepciones de fe y a las religiones. La psicología social, por su parte, ha abordado el estudio de la religión como sistema de creencias, estudiando su equivalencia o relación con la superstición.

La religión, a veces usada como sinónimo de fe o sistema de creencias, se define como creencia sobre todo lo que concierne a lo sobrenatural, sagrado o divino, y a los códigos morales, prácticas, rituales, valores e instituciones relacionadas a dicha creencia. En ocasiones, la palabra religión se usa para designar lo que debería ser llamado "religión organizada" u "organización religiosa", es decir, organizaciones que dirigen la práctica de ciertas religiones, frecuentemente bajo la forma de entidades legales.

Creencias: Una creencia es un modelo o idea creado por la mente para satisfacer un deseo (dicho de otro modo, para satisfacer nuestra necesidad de creer en algo determinado), generalmente sobre un hecho (real o imaginario) del cual se desconoce o no se acepta una explicación racional. Los individuos que comparten una creencia, darán por buena dicha proposición y actuarán como si fuese verdadera, recopilando dogmas y/o estableciendo normas morales que suelen ser necesarias para poder sustentar los dogmas. Dogma: Es un principio o conjunto de ellos establecidos por una autoridad como una verdad incuestionable. Sirve como parte de las bases fundamentales de una ideología o sistema de creencias. Las creencias no son sólo religiosas, sino de todo tipo. Hay creencias ideológicas, políticas, pseudocientíficas, supersticiosas, conspirativas, personales de cada uno, etc. Hay creencias más abiertas que otras o menos dogmáticas si admiten discutir las ideas en que se basan o son más racionales.

Pensamiento mágico. Básicamente, consiste en el hecho de atribuir un efecto a un hecho, sin existir una relación de causa-efecto entre ellos, al menos no una científicamente comprobable. Esto es, por ejemplo lo que sucede con la superstición, y diversas creencias populares. Los antropólogos consideran al pensamiento mágico un precursor del pensamiento científico. Es indicativo de la preocupación por el control de la naturaleza a través del entendimiento de la causa y el efecto. Sin embargo, los métodos de la magia, a diferencia de lo empírico, no son científicos.

El hombre primitivo, el de las cavernas, huérfano de conocimientos científicos, se encontró inerme frente a las fuerzas de la naturaleza. Cataclismos, terremotos, enfermedades, epidemias, conmocionaron su vida sin posibilidad alguna de entender y explicar estos fenómenos. Su extrema violencia lo aterrorizaba. Los fenómenos astrológicos fueron, por ejemplo un cometa, fueron vistos como señales de alguna catástrofe que se avecinaba como podemos observar en muchas culturas. Las catástrofes solían ser vistos por un castigo de algún Dios enfurecido con el ser humano. En la Biblia encontramos muchos ejemplos que son un reducto de ese pensamiento primitivo.

Por ello fue depositando sus deseos, sus miedos y necesidades de explicación en figuras (tótem), es decir en objetos que suponía cargados de poder, para sentirse protegido por ellos. Monumentos, menhires, los astros, sacrificios a dioses enfurecidos, el pensamiento mágico delegaba en ellos la decisión de vida o muerte y las explicaciones del porqué.

En todos nosotros quedan vestigios de este tipo de estructuras que, en ocasiones, predominan frente al pensamiento científico, racional. Tal como a ellos, el pensamiento mágico nos protege contra la angustia e indefensión que causa la ignorancia. La diferencia fundamental entre aquellos tiempos y estos, es que hoy tenemos casi siempre argumentos para comprender los hechos de la naturaleza, aunque no podamos evitarlos. De la misma manera nos pasa con las enfermedades.

No obstante, en muchas ocasiones el pensamiento mágico reaparece con mucha fuerza, simplemente porque está ahí, en lo profundo de nuestra mente y cuando no conocemos la esencia de los hechos, aun teniendo una explicación que sospechamos, recurrimos a él. Nada más tranquilizador entonces que poder hallar en el mundo exterior personas y objetos todopoderosos, cuya sola invocación brinde protección y seguridad, que aleje el riesgo de sufrir por el simple hecho de invocarlos.

Animismo. Ya hablé en el capítulo anterior de la capacidad del ser humano para dotar de agenticidad, es decir intención, a los objetos y de su relación con la creencia en seres sobrenaturales. De ahí proceden las religiones primitivas o animistas.  

El animismo es una religión que engloba diversas creencias en las que tanto objetos (útiles de uso cotidiano o bien aquellos reservados a ocasiones especiales) como cualquier elemento del mundo natural (montañas, ríos, el cielo, la tierra, determinados lugares característicos, rocas, plantas, animales, árboles, etc.) están dotados de alma y son venerados o temidos como dioses, especialmente la diosa madre; que simboliza la fertilidad. Si bien dentro de esta concepción cabrían múltiples variantes del fenómeno, como la creencia en seres espirituales, incluidas las almas humanas, en la práctica la definición se extiende a que seres sobrenaturales personificados, dotados de razón, inteligencia y voluntad, habitan los objetos inanimados y gobiernan su existencia. Esto se puede expresar simplemente como que todo está vivo, es consciente o tiene un alma.

En África el animismo se encuentra en su versión más compleja y acabada, siendo así que incluye el concepto de magara o fuerza vital universal, que conecta a todos los seres animados, así como la creencia en una relación estrecha entre las almas de los vivos y los muertos. En otros lugares el animismo es en cambio la creencia en que los objetos (como animales, herramientas y fenómenos naturales) son o poseen expresiones de vida inteligente.
Sin embargo, el término se suele utilizar para describir una etapa primigenia de la religión, en la que las personas tratan de establecer una relación con poderes invisibles, concebidos como espíritus, y que pueden llegar a formar diversas jerarquías, como en los múltiples dioses del politeísmo y por último a un solo Dios de las religiones monoteístas.
 

Menhir: Un menhir es la forma más sencilla de monumento megalítico (tumbas monumentales). Consiste en una piedra por lo general alargada, en bruto o mínimamente tallada, colocada de modo vertical y con su parte inferior enterrada en el suelo para evitar que caiga.Se denomina menhir a un único megalito prehistórico nada o apenas trabajado. Algunos presentan grabados. Otros están esculpidos, a menudo antropomórficamente (con forma humana), aunque en este caso cabe hablar de estelas o ídolos y no de menhires en sentido estricto. Sólo sabemos con seguridad que eran, como otros monumentos similares de la época, construcciones funerarias.  

Estela: es la denominación de un monumento, usualmente monolítico con inscripciones, en forma de lápida, pedestal o cipo, que se erige sobre el suelo y puede tener una función conmemorativa, funeraria, religiosa o geográfica. En ellas se inscribían textos, signos, símbolos, y figuras, describiendo el porqué de su ubicación, constituyendo importantes documentos para arqueólogos e historiadores

Ídolo. Un ídolo es una imagen de culto que es adorado por la deidad, demonio o espíritu que contiene o representa. En el cristianismo, hace referencia a otro tipo de imágenes, mientras que para las imágenes de Yahvé y los santos se utiliza el término de icono

Totem. Un tótem es un objeto, ser o animal natural que en las mitologías de algunas culturas se toma como emblema de la tribu o del individuo, y puede incluir una diversidad de atributos y significados.
En el totemismo, el tótem se entiende también como el principio u origen de un determinado grupo humano (clan), que se cree descendiente de ese tótem — animal, vegetal u objeto inanimado—. En este sentido, aunque el término proviene de la cultura Ojibwa, originaria de América del Norte, el totemismo puede observarse a lo largo de la evolución de las sociedades humanas en otros continentes y eras.


La magia simpática


La magia simpática o empática se basa en la creencia metafísica de que lo similar afecta a lo similar. La magia simpática es la base para la mayoría de las formas de adivinación. Se cree que las líneas, formas y patrones en las entrañas de los animales, las estrellas, la suciedad, el papel arrugado, la palma de la mano (cuanto más larga sea la línea de vida, más larga será la vida), etc.,  están conectados por arte de magia al mundo empírico – pasado, presente y futuro. También es la base para prácticas como la de pegar agujas en figurillas que representan a enemigos, como se hace en el vudú. Se supone que los alfileres y agujas clavadas en un muñeco provocan mágicamente el dolor y el sufrimiento en la persona representada en el muñeco.

La magia simpática es la base para la afirmación de los detectives psíquicos de que al tocar un elemento perteneciente a una víctima se tiene un contacto mágico con la víctima. Barry Beyerstein cree que la magia simpática es la base para muchas de las nociones de la Nueva Era como la "resonancia", la idea de que si las cosas pueden asociarse mentalmente, ellos pueden influir mágicamente unas con otras. Beyerstein también explica que muchas de las nociones de los grafólogos son poco más que magia simpática.

La lectura táctil o psicoscopía es un tipo de percepción extrasensorial definido como la habilidad de obtener información relevante de un objeto, el dueño de un objeto, o la historia relacionada con un objeto haciendo contacto físico con dicho objeto. Suponiendo que dicho objeto posee cierta energía psíquica el cual puede transferir facilitando información y conocimiento sobre la historia de ese objeto. La psicometría es una referencia común entre los poderes psíquicos como un tipo de clarividencia así como en el campo de la mediumnidad y el espiritismo.

La magia simpática es probablemente la base de nociones tales como el karma, la sincronicidad, comer el corazón de un valiente pero derrotado guerrero enemigo, arrojando lanzas a animales pintados en las paredes de la cueva, llevar la cornamenta del reno antes de la caza, consumir un producto con cuerno de rinoceronte pensando que nos dará virilidad, realizar rituales de violación para aumentar la fertilidad en los cultivos, o tomar la Sagrada Comunión para infundir en la participación con la Divinidad. La magia simpática es sin duda la base de la homeopatía (curar con lo similar) y la curación a distancia.


El Karma es una ley en el hinduismo que sostiene que todo acto realizado, no importa lo insignificante que sea, con el tiempo se devolverá a la agente con el mismo impacto. El bien será devuelto con el bien y el mal con el mal. Dado que los hindúes creen en la reencarnación, el karma no conoce simples limites entre nacimiento / muerte . Si se te acontece algo bueno o malo es por algo que hiciste en esta vida o en una anterior.
A veces se refieren al karma como una “ley moral de causa y efecto“. El Karma es a la vez un estímulo para hacer el bien y evitar hacer mal, así como una explicación de porqué le sucede el bien o el mal a una persona.
Por un lado, el karma sirve para explicar porqué suceden cosas buenas a la gente mala y porqué le pasan cosas malas a la gente buena. Las injusticias del mundo, la distribución aparentemente aleatoria del bien y del mal, son sólo aparentes según el karma. En realidad, todo el mundo está recibiendo lo que él o ella se merece.
Por otro lado, que un acto sea inmoral o moral, según la subjetividad de cada persona, no prueba que uno vaya a recibir algo a posteriori acorde con la opción personal elegida. Y tampoco se puede probar que esto suceda tal y como lo afirman quienes creen en el karma y/o en la reencarnación. Esto más bien responde a un deseo personal de ver a quien hace algo incorrecto a ojos de uno mismo siendo castigado por ello. Una especie de deseo de justicia, arraigado desde siempre en el hombre, para todo aquello que uno no ha podido o puede controlar. Obviamente, la confianza en este tipo de supersticiones se ve limitada cuando esa misma persona acude a la creación de leyes para regular lo que la sociedad donde vive considera negativo y a la ejecución de las mismas contra esas personas que incurren en dichas leyes.

 

La superstición y el método científico


Las supersticiones pueden estar basadas en tradiciones populares, normalmente relacionadas con el pensamiento mágico. Las personas supersticiosas piensan que ciertas acciones (voluntarias o no) tales como rezos, ensalmos, conjuros, hechizos, maldiciones u otros rituales, influyen de manera trascendental en su vida.

Algunas de las pseudociencias dieron paso al nacimiento de ciencias gracias al pensamiento moderno en la ciencia. Es el caso de la astrología de la que surgió la astronomía, de la alquimia surgió la química, etc.
Lo que distingue a las supersticiones de la ciencia o el conocimiento racional es el establecimiento por parte de las supersticiones de relaciones causales entre acontecimientos y fuerzas supranormales, tales como: el destino, el poder invisible de los astros, ritos mágicos, espíritus, etc.

La magia a diferencia de la ciencia, no distingue la correlación de la causalidad. Ya mencioné en la primera parte del artículo Piensa bien y acertarás la diferencia entre correlación y causalidad, y por tanto la dificultad para el ser humano de establecer cual es la verdadera causa de porque ocurre algo y la facilidad para confundirlo con cualquier otra causa, especialmente  si estas supuestas causas anteceden al efecto u ocurren a la vez. Por ejemplo, alguien puede acreditar que una camisa da suerte si vistiéndose con ella ha ganado un torneo deportivo. Continuará usando la misma camisa y, aunque gane algunas competiciones y pierda otras, continuará acreditando sus victorias a la "camisa de la suerte". Suele estar basado en prejuicios o percepciones psíquicas subjetivas del individuo/colectivo. Quizá por haber sido precondicionado por otras personas que haya conocido o aceptando de algún modo las teorías de dichos individuos con esas percepciones. La consecuencia es que el sujeto (o el grupo social) atribuye relaciones causales entre acciones y eventos no conectados entre sí, y que el consenso científico no acepta como válidas.

Diferencia entre ciencia y pensamiento mágico. Esta manera de proceder a un resultado es contraria a la razón científica y al método científico, que analiza las relaciones desde las causas inmediatas e intentan descubrir las leyes naturales que rigen los fenómenos, mecanismos o procesos (o, en caso de no encontrar relaciones causa-efecto, explican los fenómenos a través de correlaciones, es decir, a través de la frecuencia en la que dos eventos se presentan simultáneamente). En el pensamiento mágico y la magia se considera posible producir resultados que a la razón resultan contrarios a las leyes naturales conocidas valiéndose de ciertos rituales, en los que intervienen entes considerados en dicha creencia. Se utiliza el método científico para remarcar lo endeble y arbitrario de las convicciones basadas en lo sobrenatural.

Pensamientos mágicos y rituales y su influencia. En religión, religión popular y superstición, la correlación es un presupuesto que relaciona rituales religiosos, oraciones, sacrificios u observancias de un tabú con ciertas expectativas de beneficio y recompensa. En psicología clínica puede causar que un paciente experimente miedo de realizar ciertos actos o albergar ciertos pensamientos debido a que asume una correlación entre aquello y terribles calamidades. El pensamiento mágico puede conducir a creer que pensamientos personales por si mismos pueden ocasionar efectos en la realidad o que pensar en algo equivale a hacerlo. Es por tanto un tipo de razonamiento causal de falacia de causa cuestionable que busca relaciones insignificantes de fenómenos (coincidencias) entre actos y eventos. El pensamiento mágico genera la creencia errónea de que los propios pensamientos, palabras o actos causarán o evitarán un hecho concreto de un modo que desafía las leyes de causa y efecto comúnmente aceptadas.

 

La superstición y la psicología


La superstición sería para la psicología el resultado de una manera prejuiciosa de procesar la información. Para el individuo supersticioso, la superstición puede cumplir un papel estabilizador para la psiquis, por medio de los mecanismos de defensa. En este contexto tocar madera, cruzar los dedos o santiguarse, pueden ser percibidos con una funcionalidad curativa.

Efecto apotropaico es el mecanismo de defensa que la superstición o las pseudociencias atribuyen a determinados actos, rituales, objetos o frases formularias, consistente en alejar el mal o protegerse de él o de los malos espíritus o de una acción mágica maligna. Psicológicamente tiene que ver con la represión de lo malo. Lingüísticamente se expresa mediante el eufemismo contra una palabra tabú. El instinto de conservación origina algunos actos instintivos que no tienen explicación racional aparente, como por ejemplo matar un insecto o una araña o rehuir determinadas situaciones. En el origen de los actos apotropaicos se encuentran rastros de esos impulsos instintivos fruto de la evolución y la selección natural.

Otros Ejemplos: Determinados gestos son considerados apotropaicos por la antropología cultural: hacer la higa (el gesto del dedo medio) para rechazar el mal de ojo,  decir "¡Jesús!" para rechazar el mal agüero o mala suerte de un estornudo (aun cuando esta exclamación se utiliza comúnmente como fórmula de cortesía cuando alguien estornuda), evitar determinados animales o números, etcétera. Los romanos cortaban las manos a los suicidas como acto apotropaico para defenderse del mal espíritu. Igualmente, los denominados conjuros y ensalmos, o fórmulas como las que se pronuncian en los brindis o en las queimadas. Asimismo, ciertos objetos y fetiches suelen ser considerados protectores, amuletos o talismanes, como el ojo apotropaico, el trébol de cuatro hojas, la pata de conejo, etcétera. Algunos símbolos de la arquitectura, como la cruz misma, la flor de lis, la cabeza sin cuerpo y los ángeles cumplen una función protectora. Asimismo, las gárgolas tendrían el efecto apotropaico de defender la pureza del agua y de las fuentes, y los leones de los monumentos y las tumbas son defensores del personaje allí conmemorado o enterrado. Determinadas plantas como el laurel, y algunos árboles a la entrada de los templos y las casas, poseían, aparte de la función de dar sombra, la protectora, así como las herraduras clavadas en los umbrales o casapuertas de una vivienda. Los falos desenterrados por la arqueología poseen igualmente dicha función.

Pensamiento mágico en trastornos psicológicos. En psiquiatría y psicología, algunos tipos de personalidad, están influidos en mayor o menor grado por el razonamiento mágico, y ciertas enfermedades mentales, como la esquizofrenia, pueden tener conclusiones ideadas a partir del pensamiento mágico, como la telepatía o el control de la mente. Varias enfermedades mentales y trastornos de personalidad se caracterizan por diversos grados de pensamiento mágico, como estilo de pensamiento característico de ciertas patologías psíquicas, tales como el trastorno obsesivo-compulsivo y la esquizofrenia, entre otros. Personas con trastornos obsesivo-compulsivos realizan una serie de rituales estereotipados, para librarse de algunas ideas extrañas que las asaltan de forma repetitiva e insistente, a pesar de que estas mismas personas las consideran con poco fundamento o completamente absurdas: ideas obsesivas. Es más que probable que elementos básicos del comportamiento cultural humano, tengan su origen en trastornos obsesivo-compulsivos, que lograron la aceptación social. Por otro lado, el pensamiento cuasimágico describe «casos en los que sujetos actúan como si creyeran erróneamente que sus acciones influencian los resultados, aun cuando no lo crean realmente».

Resulta evidente que este esquema pervive hoy en las sociedades en las que el pensamiento científico se ha impuesto al mágico, pero sin llegar a reemplazarle de verdad o completamente en el núcleo del psiquismo humano. Obviamente, a muchos individuos el pensamiento lógico no les ha logrado dar respuestas a todos sus miedos, con la eficacia psicosocial de las explicaciones emocionales, elaboradas por el pensamiento mágico, a fin de eludir la ansiedad.

Este tipo de pensamiento mágico, que por definición se opone al pensamiento lógico, es más frecuente entre los niños (El pensamiento mágico forma parte del desarrollo normal del niño), y en las personas pertenecientes a sociedades primitivas contemporáneas que se guían por la costumbre, ralentizando el desarrollo socio-cultural.

Prejuicios cognitivos. El pensamiento mágico, base de la superstición, consiste en una forma de pensar y razonar que genera opiniones, creencias o ideas carentes de fundamentación lógica robusta o estricta El pensamiento mágico, base de la superstición, es una forma de pensar y razonar que genera opiniones carentes de fundamentación lógica robusta o estricta. Mirándolo de forma científica suele estar basado en percepciones psíquicas subjetivas del individuo/colectivo, pudiendo haber sido condicionado por otras personas que haya conocido o aceptando de algún modo las teorías de dichos individuos con esas creencias. En psicología y ciencia cognitiva, el pensamiento mágico es un raciocinio causal no científico; por ejemplo, la superstición

Nuestras percepciones nos engañan. El pensamiento mágico se fundamenta en creencias cuya estructuración no sigue un patrón racional. Suele estar basado en percepciones psíquicas subjetivas del individuo/colectivo, pudiendo haber sido influenciado por otras personas que conocen o aceptan de algún modo dichas teorías o creencias. Ante percepciones de: espejismos, realidad de los sueños, predicción de comportamientos., etc. los sentidos del ser humano, pueden carecer de fundamentación objetiva y modelan la realidad, desde un punto de vista antropomórfico, ( antropomorfismo es la atribución de características y cualidades humanas a animales de otras especies, a objetos o a fenómenos naturales)
El pensamiento mágico y las personas que hacen uso de él, no ponen en duda dichas percepciones; por tanto, sin una base crítica o tamiz de la realidad, dicho pensamiento puede generar una pseudociencia «mágica» basada en hipótesis puramente especulativas.

En el pensamiento mágico, se toman como postulados válidos ciertas creencias fuertemente arraigadas en el pasado, y sobre éstas se construye un mundo aparentemente racional, siguiendo pautas lógicas y pseudocientíficas. De este modo, una persona que no haya tamizado previamente dichas ideas o pensamientos, hasta encontrar sus bases más fundamentales, le puede parecer a simple vista que dichos pensamientos tienen fundamentos y coherencia científica y, hasta cierto punto, poseen consistencia.

El poder de la palabra, la Sugestión y la magia. La actual utilización de palabras (del lenguaje) para lograr cambios en una persona, en ocasiones incluso sin que lo sepa, es la base de muchas psicoterapias. Asimismo, el uso de técnicas como la sugestión, la hipnosis e incluso los placebos, son herramientas de cambio conductual que en la antigüedad pudieron ser atribuidos a encantamientos, hechizos, brujería, magia, o milagros en caso de la religión. También hay que mencionar los conocidos efectos de las profecías autocumplidas en las que una afirmación respecto al futuro, en forma de profecía, desencadena una serie de sucesos que terminan ocasionando lo que se había predicho. La diferencia de todas estas técnicas con la magia es la ausencia de atribución de poderes a entidades espirituales o metafísicas. La palabra mágico también se emplea para referirse a fenómenos que no tienen una explicación racional. Lo inexplicable puede ser «mágico». A veces para referirse a sentimientos como el amor, la felicidad o cuando ocurre algo sobre lo que no se conoce a ciencia cierta su causa, se dice que «hay magia».


Distintos tipos de Supersticiones

El pensamiento mágico, estudiado en psicología y antropología, es la razón de ser de muchas obras científicas, que tratan de aspectos como:
  • La magia designa las creencias metafísicas, cuyo elemento central y diferenciador es la capacidad humana de modificar la realidad sin medios estrictamente causales, sin causas naturales. La magia en general es también designada a menudo como brujería. Muchos inventos modernos son magia para las sociedades primitivas, y suplen las capacidades buscadas por los antiguos magos. La magia forma parte fundamental de las religiones primitivas o animistas. El animismo engloba diversas creencias en las que seres personalizados sobrenaturales (o espíritus) habitan objetos animados e inanimados. Si bien dentro de esta concepción caben múltiples variantes del fenómeno.
  •  El ocultismo es el estudio de las doctrinas ocultas de las diversas religiones y filosofías, haciendo hincapié en los fenómenos paranormales y los poderes ocultos del ser humano.
  • El esoterismo es el estudio y la práctica de tradiciones esotéricas, es decir, vinculadas a corrientes religiosas y filosóficas, pero (al menos en origen) desconocidas o secretas para el gran público.

Hechizo: Acto mágico que suele ser para pretender producir efectos sobre la realidad mediante procedimientos sobrenaturales, como el uso de conjuros, es de carácter litúrgico o ritual. Cuando el objetivo del hechizo es adivinar el futuro se denomina sortilegio y cuando busca someter la voluntad de otra persona u objeto o influir en ellos, encantamiento, maldición (si es con mala voluntad) o bendición (si es para protección). Es componente sustancial de muchas religiones paganas y también forma parte de algunas religiones monoteístas, mientras que otras como el Cristianismo prohíben explícitamente su práctica. 

Encantamiento: como hechizo o conjuro que produce o somete a poderes mágicos.
 
Cuando el objetivo del hechizo y los medios empleados son considerados inmorales, ilegales o perniciosos por la sociedad donde se realiza, se le denomina de magia negra. Si por el contrario la sociedad considera inocuos sus objetivos y medios, es calificado como de magia blanca. Esta idea de magia blanca y magia negra originó el clásico y eterna confrontación entre el Bien contra el Mal, la luz contra la oscuridad.

A nivel popular, mucha gente practica los hechizos en privado aunque pertenezcan a religiones que los aborrecen, normalmente siguiendo las instrucciones de libros esotéricos o medios similares. También se realizan en consultas privadas, por lo común a cambio de un precio. Los objetivos que se pretenden alcanzar suelen englobarse en la popular trilogía salud, dinero y amor, como los amarres de amor aunque también son relativamente frecuentes los de venganza u odio.

En las creencias paganas desarrolladas el hechizo adquirió y mantiene una estructura general que consta de seis partes: Preparación, apertura, invocación, ejecución, sacrificio y cierre. Curiosamente puede observarse con facilidad el paralelismo existente entre esta estructura y la liturgia (forma con que se llevan a cabo las ceremonias y rituales en una religión) de las religiones monoteístas más modernas, que probablemente se deriven de la misma.  Un ejemplo claro sería la Misa cristiana.

El chamanismo o shamanismo: se refiere a una clase de creencias y prácticas tradicionales similares al animismo que aseguran la capacidad de diagnosticar y de curar el sufrimiento del ser humano y, en algunas sociedades, la capacidad de causarlo. Sistema que dio origen a diversos cultos y religiones y cuyo origen remonta a la edad de Piedra. El chamán es una especie de curandero, con poderes mágicos especiales.

Un sanador o curador es alguien que sin ser médico ayuda a alguien a recuperar su salud, incluyendo la curación a través de la fe. Algunos practicantes de la medicina complementaria y alternativa tratan de evitar el término para sí, reclamando que su labor va de la mano con las propiedades autocurativas propias de la naturaleza del cuerpo humano, lo que ellos llaman vitalismo. Alegan, a su vez, que otras prácticas de sanación no favorecen las propias capacidades de autosanación del cuerpo.

Curandero: sanador tradicional o chamán que usa medios tanto físicos como espirituales para curar. Sus funciones van desde proveer curación a enfermedades mentales, emocionales, físicas y espirituales mediante tratamientos herbolarios y masajes hasta la purificación del espíritu y la sanación de males mágicos con la ayuda de espíritus o deidades.

Mago: Especie de astrólogo o adivino, que practica magia, hechicería o brujería. Comúnmente, "mago" se refiere a hechicero masculino, y "bruja" a una hechicera. En la antigüedad Había funcionarios estatales que trabajaban de adivinos o augures y se dedicaban augurar quien sería el vencedor en la batalla. En un sentido muy diferente, en épocas recientes el título de "Mago" se ha asignado a los artistas que practican el ilusionismo, es decir a quienes realizan juegos para crear ilusiones visuales o en cualquiera de los sentidos, simulando poderes especiales, con objetivos recreativos. Esta "magia" ha entrado a formar parte de las artes escénicas contemporáneas.

Augurios, presagios o auspicios. Un presagio es un fenómeno que se cree que sirve para adivinar el futuro, y que a menudo hacen referencia al advenimiento de un cambio. También son llamados augurios o auspicios, como los realizados por los augures en la Antigua Roma. La interpretación de presagios y de signos proféticos es una forma de adivinación.

Oráculo. Un oráculo es una respuesta que da una deidad por medio de sacerdotes, o de la Pitia o Pitonisa griega y romana, o la Sibila, o incluso a través de interpretaciones de señales físicas (tintineo de campanillas, por ejemplo), o de interpretaciones de símbolos sobre piedras, como las Runas, o de interpretaciones de símbolos sobre cartas, como el Tarot, o de sacrificios de animales. Por extensión, se llama oráculo al propio lugar en que se hace la consulta y se recibe la respuesta (el oráculo). Los pueblos antiguos tenían en sus oráculos el sistema de predicción del futuro. Antes de cualquier gran evento, reyes y líderes consultaban las previsiones de los oráculos. En la antigua cultura griega, éstos eran elementos fundamentales y uno de los más famosos estaba ubicado en la ciudad de Delfos. Los sacerdotes y sacerdotisas respondían las preguntas en el templo de forma enigmática y repleta de simbolismos.

Conjuro: Fórmula mágica con la que se pretende realizar diversos actos mágicos, principalmente el de hacer un hechizo, invocar una divinidad o una fuerza sobrenatural para pedir su intervención, o el de exorcizar o ahuyentar el mal. Los conjuros se forman mediante una serie de frases o palabras mágicas. El conjuro más conocido popularmente seria el "Abrakadabra", considerada por algunos como la frase que más se pronuncia universalmente en otros lenguajes, sin necesidad de ser traducida. También son populares las rimas y versos como conjuros.

Exorcismo: Conjuro para expulsar al demonio de la persona que se cree poseída por él o de otro lugar.

 

Evocación. Llamamiento de comparecencia de la entidad llamada. Y donde el mago exige directamente a la entidad el cumplimiento de sus deseos (dentro de la 'legitimidad' del ritual), sea mediante amenazas o ruegos. El primer objetivo de un mago cuando realiza la evocación es tratar de conseguir que la entidad le revele sus atributos (poderes) así como sus trazos (signos), ya que así en lo sucesivo puede conseguir los mismos propósitos recurriendo exclusivamente a la invocación. La evocación entraña muchos riesgos ya que pueden concurrir otros espíritus que no han sido convocados y hacer creer al mago que es la entidad reclamada.

 

Invocación. Petición de cumplimiento, no existe ninguna comparecencia de ninguna entidad, y formalmente se parece mucho a la fórmula que se expone en las religiones como rezos, con la diferencia de que si el ritual está correctamente formulado, se espera que efectivamente se cumpla. La invocación se exhibe a través de los amuletos, y talismanes. Una vez que el mago ha conseguido de la entidad una descripción precisa para conseguir sus objetivos, el mago despide a la entidad y se pondrá manos a la obra en la elaboración del talismán, una vez elaborado, un ritual más sencillo (esta es la invocación) estimula el talismán para que cobre el efecto que los signos y fórmulas grabadas en el talismán describen. En este caso el ritual son oraciones y formulaciones, donde el mago se presenta, ensalza a la entidad, le recuerda su deber y le exige dotar del efecto deseado al talismán que ha sido construido siguiendo las indicaciones que la entidad describió.


Amuleto. Objeto que protege a una persona frente a un problema. Consiste en cualquier objeto portátil al que supersticiosamente se le atribuye alguna virtud sobrenatural: atraer la buena suerte o asegurar la protección de su dueño (efecto apotropaico). Los amuletos suelen ser: gemas o piedras, estatuas, monedas, dibujos, colgantes, anillos, plantas, animales, etc., incluso oraciones utilizadas en momentos concretos, como “Vade retro Satanás”, para repeler al diablo o a la mala suerte. Los primeros amuletos eran objetos naturales, tales como piedras, maderas talladas o cristales naturales, que eran apreciados por su forma, color o rareza. Más tarde se optó por poseer objetos de uso cotidiano que por haber sido propiedad de alguien o haber sido parte de un suceso, se guardaban por presuponer que tendrían cierto poder. En la actualidad existen multitud de amuletos, tanto comerciales como personales, ya que cada persona valora el objeto de manera subjetiva y alcanzan diferente importancia.

Talismán. Objeto, generalmente una piedra preciosa o semipreciosa o de oro o plata, a veces con alguna forma o figura especial o una inscripción, a la que la superstición atribuye un efecto apotropaico o algún otro tipo de poderes. Sin embargo, no tiene por qué tener un origen mineral: la pata de conejo o el trébol de cuatro hojas,  se consideran también talismanes, y su origen es completamente diferente.

Diferencia entre amuleto y talismán. Mientras que el amuleto es un objeto con propiedades mágicas inherentes, el talismán se dice que debe ser cargado con poderes mágicos por la persona que lo creó. El acto de "consagración" de un talismán es en el que su dueño le daba al talismán sus debidas propiedades mágicas. De hecho, el talismán siempre se crea por una razón en concreto, mientras que un amuleto se usaba de forma general, con fines como atraer la buena suerte o evitar el mal.

 

Amuletos en el cristianismo. Las autoridades cristianas han mantenido siempre cierta distancia con los amuletos y otros talismanes. Sin embargo, el uso legítimo de de ciertos signos, mientras uno tenga la disposición apropiada, se corresponde con la imagen del cristianismo tradicional. Por ejemplo, el crucifijo ha sido considerado a lo largo de la historia como una potente arma contra los demonios y los malos espíritus. Al igual que actualmente algunos cristianos colocan en los retrovisores de sus vehículos rosarios o imágenes de San Cristóbal como una manera de propiciar la protección de los viajeros durante el trayecto.


Ensalmos: Modo supersticioso de curar con oraciones


Brujería

Es el grupo de creencias, conocimientos prácticos y actividades atribuidos a ciertas personas llamadas brujas (existe también la forma masculina, brujos, aunque es menos frecuente) que están supuestamente dotadas de ciertas habilidades mágicas. La brujería, normalmente ejercida por gente de menor nivel cultural y económico, era vista como un subproducto de la magia practicada por los “magos”. La gente recurría a los brujos y brujas para ahuyentar la mala suerte o mejorar las cosechas. El concepto brujería puede tener connotaciones negativas o positivas según el tipo de magia, sea esta maléfica (magia negra) o benéfica (magia blanca), Un uso más extenso del término se emplea para designar también, en determinadas sociedades, a los magos o chamanes.

La creencia en la brujería es común en numerosas culturas desde la más remota antigüedad, y las interpretaciones del fenómeno varían significativamente de una cultura a otra. Las brujas tienen una gran importancia en el folclore de muchas culturas, y forman parte de la cultura popular.

En el Occidente cristiano, la brujería adquirió connotaciones negativas y se la relacionaba frecuentemente con la creencia en el Diablo, especialmente durante la edad Media, en que se desató en Europa una obsesión por la brujería que desembocó en numerosos procesos y ejecuciones de brujas (lo que se denomina «caza de brujas»). En estos tiempos el combate contra la magia se convierte en sinónimo de lucha contra las religiones antiguas o paganas, momento en el cual además las brujas fueron consideradas en su mayoría del sexo femenino.

Diferencias entre brujería y hechicería. Según la concepción negativa del término y según ciertos autores, la hechicera invoca y se sirve del poder demoníaco para realizar sus conjuros, mientras que la bruja hace un pacto con Satán, renuncia a su fe y rinde culto al diablo. Así se puede decir también que tenemos dos tipos de brujería: la antigua que todavía subsiste y es la de los filtros amorosos y la adivinación (o hechicería), y la demoníaca vinculada a los aquelarres y el diablo (o brujería). Aquelarre: reunión nocturna de brujas y brujos presidida por Satanás (el diablo) que generalmente se representa en forma de macho cabrío.

Ritos. Un rito es un acto religioso o ceremonial repetido invariablemente en cada comunidad cultural. Los ritos son las celebraciones de los Mitos; por tanto, no se pueden entender separadamente de ellos. Tienen un carácter simbólico, expresión del contenido de los mitos. La celebración de los ritos (ritual) puede consistir en fiestas y ceremonias, de carácter más o menos solemne, según pautas que establece la tradición o la autoridad religiosa o de la organización correspondiente.

Las sociedades practican rituales, o conjunto de ritos, con connotaciones de tipo religioso o ceremonial en las bodas, entierros y demás momentos importantes de la vida individual o colectiva, y las religiones reglamentan, aunque en diferente medida, el modo en que se debe efectuar el culto en los lugares públicos, especialmente en los templos.


Milagros

Se llama milagro a un evento atribuido a la intervención divina. Los latinos llamaban milagro a aquellas cosas prodigiosas que escapaban a su entendimiento, como los eclipses, las estaciones del año y las tempestades. Hay hechos que pueden resultar para la ciencia "inexplicables" por las leyes naturales, al menos hasta el día de hoy, igualmente que  en el pasado no se conocía la explicación de fenómenos que hoy gracias a la ciencia ya conocemos. En la antigüedad no se había desarrollado un pensamiento filosófico o racional como hoy día. Así que es normal que pueblos primitivos o en el pasado se diera una explicación sobrenatural a acontecimientos producidos por causas naturales. La forma de interpretación de esos hechos depende de la creencia o del pensamiento de cada cual, y no definen al hecho en sí, sino al individuo que lo interpreta.

El hecho de que  "algo que no tiene explicación científica"  o mejor dicho que no se le haya podido encontrar aún no implica que pueda atribuírsele una "explicación sobrenatural". A veces, los llamados "milagros" carecen de una investigación realmente seria. El escepticismo científico busca descartar la existencia de milagros por medio de la lógica y mediante explicaciones naturales y analizar críticamente las evidencias dadas a una afirmación milagrosa. Desde el punto de vista de la filosofía de la ciencia, "quien dice que algo existe es quien lo debe demostrar", mediante razones lógicas y no a la inversa como a veces se pretende. Por eso desde el escepticismo científico se sostiene que quienes creen en los milagros son los que deben demostrar mediante pruebas que son ciertos. Una explicación al milagro es que nuestras sensaciones o percepciones puedan engañarnos y estar influidas por el pensamiento mágico.


Clarividencia

La clarividencia es una hipotética capacidad de percepción extrasensorial que permitiría a algunas personas (sin el auxilio de medios técnicos) recibir información de acontecimientos futuros  o captar fenómenos que quedan fuera del alcance de los sentidos y de adivinar hechos futuros u ocurridos en otros lugares.

Profecía: Don sobrenatural que consiste en conocer por inspiración divina las cosas distantes o futuras. Así, se sitúa a las profecías mayormente en el ámbito de la fe, sin ligarlas necesariamente a un razonamiento en la previsión del resultado predicho. También se tratarían de afirmaciones clarividentes sobre el futuro, en general. Este otro tipo de llamadas profecías pueden tener como marco la parasicología o las artes adivinatorias, como es el caso de las Centurias de Nostradamus.

Posición escéptica sobre las profecías. Se trata de supuestas indicaciones de hechos futuros que según los escépticos están escritas con un lenguaje ambivalente o ambiguo y, por tanto, podrían referirse a casi cualquier evento o hecho histórico que se pueda hacer coincidir con el hecho profetizado interpretando libremente la profecía. Quizá debido a la oscuridad de sus cuartetas proféticas, éstas han perdurado por siglos y han sido a menudo interpretadas de forma distinta por diferentes estudiosos a lo largo de los años. Muchos libros han sido escritos basándose en estas interpretaciones, a pesar de que las diversas «lecturas» de su material han variado de una publicación a otra. Pueden hacerse traducciones erróneas, sobretodo de nombres, para que parezca que se refieren a un lugar o personaje concreto cuando en realidad no es o se refiere a otro. No existe ninguna evidencia científica de que tal capacidad exista, sólo existen testimonios de personas que se adjudican a sí mismas esta capacidad. Los actos de clarividencia declarados contradicen abiertamente a las leyes físicas para una percepción basada en medios físicos conocidos.

Medio de percepción, aún asumiendo que algún tipo de partícula o entidad material se propagase en el espacio-tiempo hacia el pasado o lugares remotos, queda el problema de como detectar dicha partícula y de como reconstruir esas señales de manera coherente. Ninguna estructura cerebral o de otro tipo parece que pudiera detectar partículas o señales que se mueven hacia atrás en el tiempo o de lugares remotos. Tampoco existe ninguna estructura cerebral que se parezca lo más mínimo a un órgano sensorial complejo capaz de convertir señales de ese tipo en corrientes nerviosas interpretables por el cerebro.

Evolución. Si la clarividencia existiese hubiera tenido enormes ventajas evolutivas por lo que debería ser algo tan común en el ser humano como lo son el resto de sentidos y ser algo muy evidente, sin embargo no es así.

Mitos

Los mitos son relatos tradicionales que se refieren a acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes, monstruos o personajes fantásticos.
Los mitos forman parte del sistema de creencias de una cultura o de una comunidad, la cual los considera historias verdaderas. Al conjunto de los mitos de una cultura se le denomina mitología. Cuanto mayor número de mitos y mayor complejidad tiene una mitología, mayor es el desarrollo de las creencias de una comunidad. La mitología sustenta la cosmovisión de un pueblo. El mito no es una explicación racional, sino cultural. La mitología también forma parte prominente de una religión.

Hay versiones diferentes del mismo mito. Como los demás géneros narrativos tradicionales, el mito es un texto de origen oral, cuyos detalles varían en el curso de su transmisión, dando lugar a diferentes versiones. En las sociedades que conocen la escritura, el mito ha sido objeto de reelaboración literaria, ampliando así su arco de versiones y variantes. Por ello, los mitos no han desaparecido en la época actual, solo se muestran y transmiten a través de diferentes medios.

 

Características del Mito:

Según Mircea Eliade, el mito es una historia sagrada que narra un acontecimiento sucedido durante un tiempo primigenio, en el que el mundo no tenía aún su forma actual. Los acontecimientos de la naturaleza que se repiten periódicamente se explican como consecuencia de los sucesos narrados en el mito (por ejemplo, en la mitología griega el ciclo de las estaciones se explica a partir del rapto de Perséfone). Sin embargo, no todos los mitos se refieren a un tiempo "primero", también pueden abordar sucesos acontecidos después del origen, pero que destacan por su importancia y por los cambios que trajeron.

Según la visión de Claude Lévi-Strauss, antropólogo:

Funciones del mito:

  • Explicativa: Explican, justifican o desarrollan el origen, razón de ser y causa de algún aspecto de la vida social o individual, por ejemplo, el mito griego que narra cómo se originó el mundo del "Caos" o el Génesis
  • Pragmática: Son la base de ciertas estructuras sociales y acciones, así, un mito puede marcar una línea genealógica y determinar quiénes pueden gobernar o no. Gracias a esta función, los mitos especifican y justifican por qué una situación es de una manera determinada y no de otra.
  • Significado: Otorgan un consuelo, objetivo de vida o calma a los individuos, así sucede con mitos que hablan de la muerte, el sufrimiento o la victoria, por lo tanto, los mitos no son historias alejadas de la persona, sino que funcionan como un asidero existencial, un motivo.

 

Tipos de mitos:

No hay aspecto importante de la vida que sea ajeno al mito.
  • Mitos cosmogónicos: intentan explicar la creación del mundo. A menudo, se sitúa el origen de la tierra en un océano primigenio. A veces, una raza de gigantes, como los titanes, desempeña una función determinante en esta creación.
  •  Mitos teogónicos: relatan el origen de los dioses. Por ejemplo, Atenea surge armada de la cabeza de Zeus.
  •  Mitos antropogénicos: narran la aparición del ser humano, quien puede ser creado a partir de cualquier materia, viva (una planta, un animal) o inerte (polvo, lodo, arcilla, etc.). Los dioses le enseñan a vivir sobre la tierra. Normalmente están vinculados a los mitos cosmogónicos.
  • Mitos etiológicos: explican el origen de los seres, las cosas, las técnicas y las instituciones.
  • Mitos morales: explican la existencia del bien y del mal. Por ejemplo el mito del pecado original en la Biblia.
  • Mitos fundacionales: cuentan cómo se fundaron las ciudades por voluntad de dioses. Un ejemplo es el de la fundación de Roma por dos gemelos, Rómulo y Remo, que fueron amamantados por una loba.
  • Mitos escatológicos: anuncian el futuro, el fin del mundo. Estos mitos comprenden dos clases principales, según el elemento que provoque la destrucción del mundo: el agua o el fuego. A menudo están vinculados a la astrología. La inminencia del fin se anuncia por una mayor frecuencia de eclipses, terremotos, y toda clase de catástrofes naturales que aterrorizan a los humanos. El clásico ejemplo es el 'Apocalipsis'.

Ejemplos de mitologías:
  • Maya: Principalmente basada en rituales y el politeísmo, también caracterizada por sus sacrificios humanos y un gran respeto a Xibalba, el mundo de los muertos, siempre conservando la sabiduría de los dioses.
  • Celta: hablamos de hadas, duendes, y todas las criaturas del más allá existente, la mitología celta es sin duda una de las antesalas al mundo de las hadas que actualmente se vive, con una gran atmósfera que promueve la unión hombre/naturaleza.
  • Griega: En la cual siempre se verá al Dios como alguien omnipotente, pero sobretodo humano, un ser capaz de jugar con los humanos. También existe la presencia del favoritismo, en donde caerle bien a un dios era sinónimo de tenerla más fácil, y existía una obsesión del humano por la inmortalidad.


Un hada es una criatura fantástica y etérea. En la mitología griega y romana las llaman Hados, pero generalmente en forma de mujer hermosa, que según la tradición son protectoras de la naturaleza, producto de la imaginación, la tradición o las creencias y perteneciente a ese fabuloso mundo de los elfos, gnomos, duendes, sirenas y gigantes que da color a las leyendas y mitologías de todos los pueblos antiguos. Se puede provocar el contacto con ellas desarrollando la visión etérea según las leyendas. La mayoría de ellas se representan con alas. En los relatos medievales las hadas (a veces llamadas «El Buen Pueblo» o «La Buena Gente») aparecen relacionadas con encantamientos y hechizos, conocedoras del poder y las virtudes de las palabras, las leyendas y las hierbas, que les permitían mantenerse jóvenes y bellas, y acumular grandes riquezas. En algunos libros, se menciona que las hadas hacen todas las cosas inocentemente, aunque su comportamiento pueda llegar a ser perverso. En muchos escudos heráldicos de esta época se refleja el mundo de las hadas. Muchos aristócratas querían hacer ver que provenían de un linaje de las hadas. La mitología nórdica y la griega --encarnada en las ninfas y dríades de Homero y Ovidio-- influyeron en el concepto que los primeros bardos se formaron de las hadas, pero andando el tiempo los escoceses, irlandeses, galeses y otros pueblos europeos llegaron a poseer un cuerpo lleno vivo de tradiciones, fundado principalmente en las leyendas celtas. Algunas de ellas son hadas convertidas en tales pero que antes habían sido mujeres humanas. Hay varias hadas con poderes nocivos que lo llegan a utilizar contra los humanos

Leyendas

Relato folclórico con bases históricas. Se presentan, al igual que los mitos, como historias verdaderas y tienen a menudo una función etiológica (es decir sirven para explicar el origen de algo, por ejemplo, para explicar cómo un linaje alcanzó el poder, sustentando así su legitimidad política).  Su elemento central es un rasgo de la realidad (una costumbre o el nombre de un lugar, por ejemplo) cuyo origen se pretende explicar. La leyenda tiene como tarea esencial dar fundamento y explicación a una determinada cultura.

Típicamente, la leyenda es una narración tradicional corta de un solo episodio, altamente tipificada, realizada de modo conversacional. Refleja una representación psicológica simbólica de la creencia popular y de las experiencias colectivas y que sirve de reafirmación de los valores comúnmente aceptados por el grupo a cuya tradición pertenece.

Las leyendas se agrupan a menudo en ciclos alrededor de un personaje, como sucede con los ciclos de leyendas en torno al Rey Arturo, Robin Hood, el Cid Campeador o Bernardo del Carpio. Las leyendas contienen casi siempre un núcleo histórico, ampliado en mayor o menor grado con episodios imaginativos. La aparición de los mismos puede depender de motivaciones involuntarias, como errores, malas interpretaciones (la llamada etimología popular, por ejemplo) o exageraciones, o bien de la acción consciente de una o más personas que, por razones interesadas o puramente estéticas, desarrollan el embrión original

Una leyenda es una narración de hechos naturales, sobrenaturales o mezclados, que se transmite de generación en generación de forma oral o escrita. En su proceso de transmisión a través de la tradición oral las leyendas experimentan a menudo supresiones, añadidos o modificaciones que expresan un estado extraño, surgiendo así todo un mundo lleno de variantes. Generalmente, el relato se sitúa de forma imprecisa entre el mito y el suceso verídico, lo que le confiere cierta singularidad.

Diferencias entre leyendas y mitos: A diferencia de los mitos las leyendas suceden en un tiempo real, histórico, en lugares reconocibles por el oyente o lector y a menudo con protagonistas reales (por ejemplo las leyendas sobre Carlomagno o el Cid). Se ubica por tanto en un tiempo y lugar que resultan familiares a los miembros de una comunidad, lo que aporta al relato cierta verosimilitud. En las leyendas que presentan elementos sobrenaturales, como milagros, presencia de criaturas de ultratumba, etc., estos se presentan como reales, pues forman parte de la visión del mundo propia de la comunidad en la que se origina la leyenda. Contrariamente al mito, que se ocupa de dioses, la leyenda se ocupa de hombres que representan arquetipos (tipos humanos característicos), como el del héroe o el anciano sabio, como se aprecia por ejemplo en las leyendas heroicas griegas y en las artúricas (del rey Arturo o relativo al ciclo caballeresco de este legendario rey de Bretaña).

Diferencias entre leyendas y cuentos. Una leyenda, a diferencia de un cuento, está ligada siempre a un elemento preciso y se centra en la integración de este elemento en el mundo cotidiano o la historia de la comunidad a la cual pertenece. Contrariamente al cuento, que se sitúa dentro de un tiempo («Érase una vez...») y un lugar (por ejemplo, en el Castillo de irás ya no volverás) convenidos e imaginarios, la leyenda se desarrolla habitualmente en un lugar y un tiempo preciso y real, aunque aparecen en ellas elementos ficticios (por ejemplo, criaturas fabulosas, como las sirenas).


Tabú

La palabra tabú designa a una conducta moralmente inaceptable por una sociedad, grupo humano o religión. Es la prohibición de algo supuestamente extraño (en algunas sociedades), de contenido religioso, económico, político, social o cultural por una razón no justificada basada en prejuicios infundados. Romper un tabú es considerado como una falta imperdonable por la sociedad que lo impone. Algunos tabúes son, en efecto, delitos castigados por la ley, en este sentido, los tabúes son antecedentes directos del derecho. Hay tabúes fuertemente incorporados a las tradiciones de ciertas culturas, mientras otros responden a intereses políticos.

Clases de tabúes:

Eufemismos. Para evitar algunas palabras consideradas tabú se utilizan eufemismos. Un eufemismo es una palabra o expresión políticamente aceptable o menos ofensiva que sustituye a otra palabra de mal gusto o tabú, que puede ofender o sugerir algo no placentero o peyorativo al oyente. También se emplean eufemismos para suavizar blasfemias: En español por ejemplo tenemos diantre en vez de diablo y diez o sos sustituyendo a Dios en varias expresiones blasfemas. Se usan eufemismos cuando se pretende usar palabras inofensivas o expresiones para desorientar, evadir, o evitar hacernos conscientes de una realidad cruda y desagradable. A menudo el propio eufemismo pasa a ser considerado vulgar con el tiempo para ser sustituido de nuevo. También puede ser la palabra o expresión que sustituye a nombres secretos o sagrados para evitar revelar éstos a los no iniciados. Algunos eufemismos tienen la intención de ser cómicos.

Ser políticamente correctos. El eufemismo muchas veces sustituye palabras aceptadas en el uso normal pero que por alguna razón se consideran tabúes, o al menos que pueden ser rechazadas o molestas para una parte de la población. Los eufemismos son muy empleados en el lenguaje políticamente correcto para evitar posibles ofensas a grupos de individuos, o como instrumento de manipulación del lenguaje para hacer más fácil la aceptación por la "masa" de ideologías que, expuestas de otro modo, resultarían reprobables.

Disfemismo. Lo contrario de un eufemismo es un disfemismo, que es una palabra o expresión deliberadamente despectiva o insultante que se emplea en lugar de otra más neutral. Puede usarse humorísticamente.

El tabú en las sociedades primitivas. El tabú tiene su origen en las sociedades primitivas. Los tabúes eran las prohibiciones vigentes en la tribu oriundas de supersticiones, hechicerías, ritos y costumbres ancestrales, en las que los magos o sacerdotes -siempre al servicio de los poderosos- eran sus veladores. No hay en estas agrupaciones humanas primitivas un concepto destacado de lo que hoy estimamos como delito, pues las violaciones de los tabúes mágicos tenían más bien la naturaleza de lo que las religiones más modernas han considerado pecado.

La violación del tabú en sociedades primitivas. Las ofensas al tabú mágico tenían una reacción por parte de la tribu. Las sanciones que seguían a la violación del tabú tenían también carácter religioso, ya que consistían en la privación de los poderes protectores de los dioses de la comunidad. En la mayoría de las sociedades primitivas los tabúes estaban representados por una serie de reglas negativas, cada una de las cuales preveía, y sancionaba, una forma de conducta prohibida, cuya concreción debía determinar, inevitablemente, un daño al culpable o, en algunos casos, a todo el grupo al que pertenecía. Empero, en aquellos primitivos tiempos, se observa ya que lo que hoy denominamos delito era un hecho efectuado individualmente y que por implicar una violación de las costumbres lesionaba las normas prohibitivas de la comunidad tribal constitutivas del tabú. La violación del tabú estaba considerada como una ruptura de la paz interna o externa del clan; e imperaba en su concepción un acusado carácter religioso sacerdotal de colectiva defensa física, objetiva y ciega de los principios ancestrales en que se fundaba la propia existencia de cada tribu o colectividad.

Lo grave era violar la norma (tabú). El hombre primitivo pensaba que si cometía ciertos actos debía sufrir, inevitablemente, ciertas consecuencias. Las aceptaba sin exigir que la relación de causa a efecto tuviera un contenido lógico, ni tampoco una base ética y moral. La tradición y la costumbre le habían enseñado que si hacía esto o aquello (ya que los tabúes tenían vigencia en relación a acciones, no omisiones), sufriría tales y cuales castigos. No porque los mismos fueran inevitables, porque hubiera infringido un precepto legal, o porque hubiese causado daño sino, simplemente, porque había violado un tabú, vale decir, una prohibición atávica (costumbres de otras épocas o antepasados lejanos). Este pensamiento irracional sigue presente hoy día en los seguidores de las religiones, se sigue un precepto religioso no porque sea lógico o poco ético sino porque hay que cumplir el precepto. Curiosamente para adaptarse a los tiempos modernos hoy día desde algunas religiones se pretenden buscar argumentos racionales para justificar preceptos  que en el fondo no tienen base racional, podría ser una forma de mecanismo de defensa o autoengaño psicológico para conciliar la incongruencia entre la racionalidad con las propias creencias o preceptos.

Efectos prácticos del tabú. Sirvieron para acostumbrar al hombre a la obediencia, y prepararon su ánimo para que en estadios posteriores de la civilización aceptara los castigos derivados de la violación de las leyes humanas. Ayudaron a mantener el imperio de las normas de moralidad corrientes dentro de cada grupo social, las que podían aplicarse no sólo a una relación arbitraria del hombre con la divinidad, sino también a la conducta cotidiana y corriente.

Del tabú al derecho moderno. El peso de los tabúes se hizo sentir en forma efectiva en los pueblos primitivos, extinguidos o actuales, porque el grado de conocimiento de sus miembros no les permitía entender la naturaleza. Los pueblos que forman el "mundo civilizado actual" con un pensamiento más abierto y racional hicieron una selección inteligente dentro del dominio de los tabúes. En consecuencia permitieron que subsistieran únicamente aquellos que, de acuerdo con la experiencia, mostraban tener una utilidad social. Los mismos sobreviven bajo el aspecto de reglas de etiqueta o preceptos morales, o adoptaron la forma más solemne de leyes civiles o penales. El paso del tabú mágico al concepto de la prohibición o sanción motivada y razonable siguió un camino paralelo y equivalente al recorrido por el progreso de la mente humana. Así, el temor a lo sobrenatural fue reemplazado por el temor concreto a las sanciones de las leyes humanas.


Déjà vu

Déjà vu es el fenómeno de tener la fuerte sensación de que un evento o experiencia que se vive en la actualidad se ha experimentado en el pasado. La experiencia «previa» es con frecuencia atribuida a un sueño, aunque en algunos casos se da una firme sensación de que la experiencia «ocurrió auténticamente» en el pasado.
La experiencia del déjà vu suele ir acompañada por una convincente sensación de familiaridad y también por una sensación de «sobrecogimiento», «extrañeza» o «rareza».

Es muy común. Las encuestas han revelado que hasta el 70% de la población ha tenido estas experiencias, normalmente en edades de 15 a 25 años, cuando la mente aún está sujeta a advertir el cambio en el entorno. La experiencia suele estar relacionada con un suceso muy banal, pero es tan impactante que se recuerda durante años.

 

Tipos

  • Déjà vécu Normalmente traducido como ‘ya vivido’ o ‘ya experimentado’. Muchos tenemos alguna experiencia de la sensación, que nos viene ocasionalmente, de que lo que estamos diciendo o haciendo ya lo hemos dicho y hecho antes, en una época remota; de haber estado rodeados, hace tiempo, por las mismas caras, objetos y circunstancias; de que sabemos perfectamente lo que diremos a continuación, ¡como si de pronto lo recordásemos!

  • Déjà senti.  Este fenómeno alude a algo ‘ya sentido’. A diferencia de la precognición implícita al déjà vécu, el déjà senti es primordial o incluso exclusivamente un suceso mental, carece de aspectos precognitivos y rara vez permanece en la memoria de la persona que lo experimenta.

  •  Déjà visité que se traduce como ‘ya visitado’, es una experiencia menos frecuente que implica el extraño conocimiento de un lugar nuevo. Aquí uno puede saber encontrar el camino por una ciudad o lugar nuevo sabiendo al mismo tiempo que no puede ser posible. Algunos sugieren que leer una descripción detallada de un lugar puede desembocar en este sentimiento cuando más tarde se visita.


¿Porqué ocurre un Déjà vu?

En los últimos años el déjà vu ha sido sometido a seria investigación psicológica y neurofisiológica. Los enfoques científicos rechazan la explicación de déjà vu  con profecías, precogniciones, percepciones extrasensoriales o recuerdos de una  vida anterior

La explicación más sencilla puede ser el haber vivido anteriormente una experiencia parecida que nos recuerde a la actual. 
El Déjà vu se explica como una anomalía de los procesos de memoria: la impresión de que una experiencia está «siendo recordada». Esta explicación se ve corroborada por el hecho de que en la mayoría de los casos la sensación de «recuerdo» en el momento es fuerte, pero las circunstancias de la experiencia «previa» (cuándo, dónde y cómo ésta ocurrió) resultan bastante inciertas o el sujeto cree que es imposible. Asimismo, a medida que el tiempo pasa, los sujetos pueden exhibir un fuerte recuerdo de haber sufrido la «perturbadora» experiencia de déjà vu en sí misma, pero ningún recuerdo de los sucesos o circunstancias específicas que estaban «rememorando» cuando tuvieron dicha experiencia. Por tanto es una experiencia distinta a estar recordando algo.

Hay distintas hipótesis sobre estos procesos de Memoria.
  • Posible solapamiento entre los sistemas neurológicos responsables de la memoria a corto plazo (sucesos que se perciben como pertenecientes al presente) y los responsables de la memoria a largo plazo (sucesos que se perciben como pertenecientes al pasado). Muchos teóricos creen que la anomalía de la memoria sucede cuando la mente consciente tiene un ligero retraso en la recepción de las entradas perceptivas. En otras palabras, la mente inconsciente percibe el entorno antes que la mente consciente. Esto provoca que la propia conciencia perciba algo que ya estaba en la memoria inconscientemente que luego se traduce en una falsa sensación de familiaridad y formando parte de un pasado más lejano. Sin embargo, esta explicación ha sido criticada ya que el cerebro no sería capaz de almacenar información sin una entrada sensorial primero.
  • El cerebro podría quizás procesar la información sensorial como una "memoria en curso ", y que por lo tanto durante el evento en sí uno cree que es un recuerdo del pasado.
  • Teorías neuronales. Lapsos temporales en la sinapsis neuronal (comunicación entre neuronas). Este lapso de tiempo podría llevar al cerebro a creer que estaba sufriendo un estímulo por segunda vez, cuando de hecho, estaba simplemente reexperimentando el mismo evento de una fuente ligeramente retardada.

Sueños. Sostienen algunos que el déjà vu es la memoria de los sueños. Aunque la mayoría de los sueños nunca son recordados, una persona que duerme puede presentar un gran despliegue de actividad en zonas cerebrales relacionadas con el proceso de la memoria de largo plazo. Se ha especulado que los sueños "leen" directamente de la memoria de largo plazo, soslayando la memoria a corto plazo. En este caso, el déjà vu pudiera ser una memoria de sueños olvidados con elementos comunes a la experiencia que se vive en el estado de vigilia.

Relación con trastornos psicológicos. Se ha encontrado una correlación clínica entre la experiencia de déjà vu y trastornos tales como la esquizofrenia y la ansiedad, y la probabilidad de sufrirla se incrementa considerablemente en sujetos que están en tales condiciones. Sin embargo, la asociación patológica más fuerte del déjà vu es con la epilepsia.  Esta correlación ha llevado a algunos investigadores a especular que la experiencia de déjà vu es posiblemente una anomalía neurológica relacionada con descargas eléctricas indebidas en el cerebro. Experiencias de déjà vu que son inusualmente prolongadas o frecuentes, o en asociación con otros síntomas como alucinaciones, pueden ser un indicador de enfermedad neurológica o psiquiátrica. Recientemente, los investigadores han hallado formas de recrear esta sensación usando hipnosis. Se ha informado que ciertas drogas incrementan las posibilidades de experimentar un déjà vu.

Fenómenos relacionados: jamais vu (nunca visto): es no recordar explicitamente haber visto algo antes. La persona sabe que ha ocurrido antes, pero la experiencia le resulta extraña.

 
http://es.wikipedia.org/wiki/Superstici%C3%B3n
http://es.wikipedia.org/wiki/Clarividencia
http://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%A9j%C3%A0_vu


































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