Las
estrategias de Afrontamiento hacen referencia a los esfuerzos que hacemos las personas cuando nos enfrentamos a una
situación conflictiva que puede producir estrés o ansiedad, comportándonos
de una determinada forma para así hacer frente a las demandas tanto internas
como de nuestro ambiente y entorno social. Son estrategias conscientes de carácter
intencional y deliberado.
Valoración: Nuestra reacción dependerá en primer lugar de como
valoremos la situación estresante. Consistente en analizar si el hecho es positivo, neutro o negativo y, además,
valorar las consecuencias presentes
(daños o pérdidas) y/o futuras (amenaza futura) del mismo, y el grado de reto
potencial que supondrá enfrentarnos a esa situación. En segundo lugar, se produce una valoración secundaria
en la que el objeto de análisis son nuestros
recursos y las capacidades u opciones para afrontarlo y serán los que con más probabilidad susciten
reacciones de estrés.
La forma de afrontarlo se denomina “estilos de afrontamiento” y depende de
la personalidad de cada cual. Nuestra educación, la influencia de nuestro
entorno cultural y social, nuestros miedos, las expectativas que tenemos sobre
nuestras capacidades y sobre los resultados, la sensación de control sobre la
situación, las creencias sobre si nosotros mismos podemos controlar lo que
ocurre o si más bien lo que nos pasa depende del entorno, la motivación, las
actitudes. Estos ingredientes forman nuestro estilo de afrontamiento,
exitoso o ineficaz.
Un suceso (interno o externo) es más o menos estresante en la medida en que el sujeto lo perciba o lo
valore como tal sean cuales sean las características objetivas del mismo.
Es decir lo que para nosotros puede ser muy estresante para otra no serlo, y de
ahí la importancia de hacer una valoración lo más adecuada o realista posible.
Afrontamiento
Positivo: Nos centramos y esforzamos en hacer frente a la
situación, buscando soluciones al
problema. Consideramos que tenemos control sobre la situación y que podemos
resolverla de forma adecuada usando alguna estrategia o modo de afrontamiento.
Todo ello aumenta nuestra confianza y eficacia.
Afrontamiento
Negativo: Abandonamos cualquier esfuerzo para afrontar el problema. Cuando
percibimos que no tenemos control y no disponemos de ninguna estrategia, ni
ahora ni el futuro, para cambiar una situación aversiva personal o cuando el
individuo considera que ningún modo de afrontamiento va a ser eficaz para
controlar una situación negativa (Indefensión Aprendida). Aumenta nuestra desconfianza y eficacia.
Cada situación concreta puede requerir de una
estrategia de afrontamiento distinta.
Los Recursos
de que dispongamos pueden permitirnos tener más medios para afrontar las
situaciones. Hay recursos materiales, psicológicos y de apoyo social
Recursos Materiales: Disponibilidad de tiempo, educación, dinero, nivel (calidad) de vida,
etc. Por ejemplo, tener dinero permite disponer de determinados recursos para
afrontar una situación problemática, o puede amortiguar los potenciales efectos
de una situación estresante (por ejemplo, ser despedido del trabajo).
AFRONTAMIENTO
COGNITIVO (Pensamiento)
Aceptación (reconocer, respetar, tolerar): Aceptar y asumir la situación, la vida y a los demás tal y como son, especialmente útil cuando las cosas no tienen solución
Anticipación: Anticipar problemas o situaciones conflictivas posibles, considerando
las reacciones emocionales y las respuestas o soluciones alternativas. La idea
es evitar un estado de preocupación (ansiedad) presente, e inmunizarse para una
situación futura posible.
Auto análisis (auto observación, autocrítica): Reflexionar sobre
los propios pensamientos, motivaciones, sentimientos y comportamientos,
reconociendo la propia responsabilidad en el origen (ocurrencia), mantenimiento
o manejo del problema (situación estresante), y actuar en base a ésta reflexión.
Humor: El sentido del humor permite afrontar conflictos, o
situaciones potencialmente angustiantes, de forma humorística, acentuando los
aspectos cómicos o irónicos.
Planificación (planeamiento): Pensar y estudiar el problema,
analizando los diferentes puntos de vista u opciones, y desarrollar estrategias
para solucionarlo. Es importante establecer prioridades y objetivos a corto y largo plazo, centrándonos fundamentalmente en los que son a corto plazo, especialmente si son
muchas las posibilidades o las tareas a realizar.
Reevaluación positiva: Modificar el significado de la situación estresante, especialmente atendiendo a los posibles aspectos positivos que tenga, o haya tenido (fijarse en lo positivo), que expresa optimismo, y una tendencia a ver el lado positivo de las cosas y considerarse afortunado. Por ejemplo, considerar el problema de forma relativa, y como un estímulo para el desarrollo personal.
En ocasiones no se puede hacer
directamente frente a la situación pues no está en el control del
comportamiento personal (por ejemplo enfermedades terminales, fallecimiento de
un ser querido, entre otras), en este momento la evaluación que se hace de la
situación que genera el estrés es muy importante, pues modifica las metas de
comportamiento y el estado emocional
Estrategias de reevaluación
positiva: Ver los aspectos
positivos. Sacar algo positivo de la situación. Descubrir que en la vida hay
gente buena. Comprender que hay cosas más importantes. No hay mal que por
bien no venga. Pensar que el problema pudo haber sido peor. Pensar en el
aprendizaje positivo que dejó o en una oportunidad para superarse y mejorar.
Relativizar los problemas. Es útil quitarle importancia a los problemas, no darle más de la que tienen. Debemos preguntarnos ¿Es tan grave el problema del que nos preocupamos? ¿Le damos más importancia a algún problema o conflicto con alguien de lo que tiene? ¿Qué es lo peor que nos podría ocurrir? ¿Merece la pena discutir de esa forma? ¿Importa tanto tener razón? Cuando la gente se encuentra con problemas de verdad serios se da cuenta de lo que de verdad es importante.
Centrarse en mantener el
equilibrio afectivo, o aminorar el impacto emocional de la situación
estresante. Si no funcionan o son insuficientes las
estrategias cognitivas, se pretende aminorar el impacto sobre el individuo.
Vía Emocional negativa. Tras presentarse el problema, nos sumergimos en
emociones negativas de rabia, enfado, miedo, desorientación, es decir, predomina una
emoción primaria, lógica pero inadecuada. Dando lugar así a un estado de temor,
bloqueo, impulsividad o no reflexión. Auto-Focalización-Negativa:
La persona se centra en aspectos negativos de sí mismo de forma poco realista,
se juzga constantemente, se culpabiliza y presenta de forma constante un estado
emocional negativo que dificulta el afrontamiento, pues está tan concentrado en
lastimarse que finalmente termina no solucionando el problema. Tendencia de
afrontamiento que se encuentra con alta frecuencia en personas con estados
depresivos. Por ejemplo: Auto convencerse
negativamente, no hacer nada ya que las cosas suelen ser malas, auto culpación,
sentir indefensión respecto al problema. Asumir la propia incapacidad para
resolver la situación. Resignarse, detener soluciones posibles. Nuestra
percepción de éxito es negativa provocando sensación de inutilidad, pesimismo,
pasividad.
Vía Racional o Emocional
positiva. Ante el mismo
problema, valoramos la situación, su gravedad, importancia, priorizando
acciones y aceptando nuestra responsabilidad. De esta manera, dejamos el
problema “en reposo”, lo que suele desembocar en una mayor serenidad para
sopesar la situación, unas emociones más neutras y en la creencia de que
podemos afrontarlo. Nuestra percepción de éxito es positiva generando una
visión de auto eficacia orientada al problema, a la acción.
Apoyo social o
afiliación: Acudir a otras
personas cercanas o de confianza (pareja, familiares, amigos), organizaciones
(peticiones) o grupos (organizando o formando parte de ellos), profesionales
(abogados, psicólogos, etc.), para
expresar los sentimientos, preocupaciones o problemas, buscar apoyo instrumental
(por ejemplo, dinero), información, consuelo, orientación, consejos, apoyo
emocional o psicológico.
Esta estrategia se refiere a buscar opiniones de pares o personas que
percibe como superiores intelectuales, permite validar la información que se
percibe acerca del evento y permite recibir retroalimentación sobre las causas
y consecuencias del problema, permitiendo igualmente expresar asertivamente las
emociones negativas que puede generar el factor estresante. Se considera que es
una estrategia inadecuada cuando la persona se vuelve dependiente de los
conceptos u opiniones de los otros ante varias situaciones de forma repetida.
Autocontrol (control emocional): Esfuerzos para controlar y ocultar los propios sentimientos y respuestas emocionales. Distanciamiento: Intentamos conscientemente pensar en el problema sin que nos afecte emocionalmente
Evitación o Escape: Se buscan
situaciones opuestas al factor estresante como escape. Es negativo
cuando se necesita encarar directamente la situación asumiendo las riendas y
las consecuencias de las decisiones. Se considera una estrategia positiva
cuando está encaminada a no alimentar más el problema (por ejemplo encontrarse
con la otra pandilla y evitar la confrontación o evitar discusiones con otra
persona que está bajo un estado emocional negativo que le dificulta procesar la
información o tranquilizarse). Ejemplos de evitación: Apartarse del problema. Concentrarse o realizar otras
actividades como distracción, salir para divertirse.
Supresión: Es una forma de evitación
consciente o desconexión en que nos
enfrentamos a los conflictos emocionales evitando
intencionadamente pensar en problemas, ideas, recuerdos, deseos,
sentimientos o experiencias que producen malestar. No pensamos en el problema o
pensamos en otra cosa, para evitar que afecte emocionalmente (“Saco el problema
de mi mente”) y olvidarse del problema. Al igual que la evitación puede ser positivo o
negativo por los mismos motivos.
Evasión: Buscamos aislarnos de una realidad que no nos gusta y no queremos aceptar. Empleo de un pensamiento
irreal (o mágico) improductivo (“Ojalá hubiese desaparecido esta situación”), o
de un pensamiento desiderativo (deseo de que la realidad no fuera estresante,
fantaseando sobre realidades alternativas pasadas, presentes o futuras -
esperanza -), o ya estrategias de afrontamiento conductual reductoras de
tensión (paliativas) como comer, fumar, beber alcohol, o usar otras drogas o
medicamentos. La evasión es una forma de afrontamiento negativa que quiere
negar la realidad o nos lleva a comportamientos que pueden dañar nuestra salud.
Expresión emocional abierta: La persona considera que expresando su ira o su
tristeza de forma constante, solucionará el problema. Esta estrategia es
considerada negativa cuando la persona se comporta dejándose llevar por la
emoción negativa. Se considera una estrategia funcional cuando la persona logra
organizar sus pensamientos y emociones expresándolos de forma clara y
dirigiéndose al problema, no atacando a otras personas o a si mismo, va mas
allá de solo desahogarse. Ejemplos: Descargar el mal humor con los demás. Insultar a otras personas.
Comportarse hostilmente. Agredir a alguien. Irritarse con la gente. Luchar y
desahogarse emocionalmente.
AFRONTAMIENTO CONDUCTUAL
Estrategias
compensatorias/Aseguradoras: Cuando somos conscientes del
problema se considera una estrategia de afrontamiento, cuando es inconsciente
un mecanismo de defensa que ya expliqué en otro artículo del blog. Lo provocan creencias
o ideas (esquemas) negativas sobre nosotros mismos que provocan ansiedad. Cuando el sujeto no
quiere o no puede evitar las situaciones temidas es probable que las
estrategias compensatorias se pongan en marcha El sujeto hace cambios en el
ambiente o en sí mismo produciendo transformaciones que disminuyen la
probabilidad futura de de experimentar
las consecuencias temidas. Así Ocultamos o disimulamos lo que no nos gusta de
nosotros mismos. Ejemplo: Persona que para compensar su fealdad compra caros
productos de belleza o se muestra más simpática para compensar su fealdad.
Persona débil que se muestra hostil para aparentar fortaleza. Tiene mucha
relación con los complejos.
Afrontamiento directo (confrontación):
Afrontar directamente la situación mediante acciones directas, agresivas, o
potencialmente arriesgadas. Útil según las circunstancias. Útil para conseguir
unos resultados concretos, frente ciertas amenazas o riesgos pero pueden implicar
asumir riesgos innecesarios o deteriorar las relaciones sociales con los demás
si son agresivas.
Altruismo: El individuo se enfrenta a conflictos emocionales
dedicándose a satisfacer las necesidades de los demás. A diferencia del auto
sacrificio, el individuo obtiene una gratificación bien por la acción
realizada, bien por las repuestas de los demás.
Postergación
(refrenar el afrontamiento): Esperar hasta que
aparezca la ocasión adecuada para actuar, postergar todo tipo de actividades
hasta adquirir mayor y mejor información sobre la situación. Nos damos cuenta
que en muchas ocasiones debemos postergar nuestra acción para solucionar los
problemas o satisfacer nuestros deseos o necesidades. Es negativa cuando vamos postergando indefinidamente algo con lo que tenemos que enfrentarnos sin creer encontrar la ocasión adecuada.
Focalización en la situación o
problema: La persona centra su atención
en entender cuál es el problema, comprende que es un elemento que puede estar
bajo su control si logra identificar que aspectos están relacionados. Para ello
es importante: definir el problema, encontrar situaciones que incrementan o
decrementan el problema, observar comportamientos personales que incrementan el
problema, detectar si el problema es de otros o es propio cuando están
involucradas otras personas. Por ejemplo: 1. Analizar las causas del problema 2. Seguir unos pasos
concretos 3. Establecer un plan de acción 4. Hablar con las personas
implicadas 5. Poner en acción soluciones concretas 6. Pensar
detenidamente los pasos a seguir.
Hacer un lista con las distintas opciones o puntos de vista (si es una discusión y esta lo permite). En cada opción o punto de vista poner tanto las ventajas como inconvenientes o los pros y contras de cada uno de ellos. Una vez hecha la lista tener en cuenta todos los puntos y hacer una valoración general. Si hay otras personas tener en cuenta sus valoraciones también e intentar llegar a un concenso.
ESTRATEGIAS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS O NEGOCIACIÓN
Ambas
partes del conflicto pueden ganar. Un
objetivo de la negociación consiste en resolver el conflicto con un compromiso
o una solución que satisfaga a ambas partes (negociación
colaborativa).
Los buenos negociadores tratarán una negociación donde ambas
partes se sientan ganadores. Todo indica que el uso de esta estrategia de
negociación proporciona generalmente una cantidad mayor de consecuencias
positivas, o al menos pocas consecuencias negativas.
Sin embargo, las buenas negociaciones exigen otras habilidades que deben
ser aprendidas y practicadas. Tales habilidades incluyen 1) Planificar la
reunión y elegir el momento oportuno 2) Determinar la naturaleza del conflicto,
es decir definir claramente cual es el problema y sus necesidades al
respecto, reconocer la causa del
conflicto, o sea, las palabras o acciones
que inmediatamente provocan en usted una reacción emocional como el enojo o la
ira. Una vez reconocida la causa del conflicto será más fácil controlar las emociones. 3) Asegúrese
de que sus datos
son los correctos, mostrar hechos sin ambigüedades, 4) Eficiencia en señalar las negociaciones. 5) capacidad de
comunicación, hacerse entender, evitar malentendidos, saber escuchar con atención sin pensar
en lo que vamos a decir nosotros después y dejar a la otra parte hablar y
exponer su punto de vista, Se debe tratar de comprender lo que la otra persona
está diciendo. 6) capacidad de ver el punto de vista del otro, la
habilidad de comprender sus propios sentimientos hacia el conflicto. 7) Autocontrol emocional.
No asigne culpas ni insulte. Hable de los temas o asuntos sin insultar ni echar
la culpa a otra persona.8) Explore todas
las ideas y posibilidades que pueden ayudarle a resolver la discusión y
debata los pros, los contras y las consecuencias. 9) Uso del procedimiento de
solución del problema a través de una decisión de consenso, la habilidad de brindar opciones para
resolver el conflicto, flexibilidad 10) Luego de haber llegado a un acuerdo y
compromiso sobre el plan
a seguir, decidan quién será el responsable de cada acción.
Ante
un conflicto debemos analizar nuestra
meta y quien es la otra persona. Si nuestra meta es sumamente importante y
también la relación, debemos intentar llegar a una negociación. Si no contamos
con el tiempo suficiente transigir, o suavizar. Si la otra persona está
nerviosa conviene un repliegue, para dejar el problema pendiente de resolver.
Sólo en una relación de competencia o de compra-venta se debe utilizar la
estrategia de fuerza o intransigencia
¿yo gano-tu pierdes?, en la que tratamos de alcanzar nuestro objetivo
forzando o persuadiendo a la otra parte para que ceda, nunca debo utilizarla
con personas que tengo una relación buena y estable.
ESTRATEGIAS FRENTE A UNA CRÍTICA SOBRE NUESTRO PROCEDER
El sentido crítico
puede ser difícil si se presenta como forma ofensiva o de resistencia,
pero más allá de las críticas de situaciones de rencor o problemas personales,
está la crítica constructiva que siempre nos aporta algo vital. Evitar la
crítica es sinónimo de aislamiento. Cuando alguien critica nuestro proceder hay
cuatro estrategias o maneras posibles de hacerles frente:
Estrategia N°1 Reconocimiento: Usted está de acuerdo con el
crítico y sus opiniones. La finalidad de esta táctica es la de detener o interrumpir
la crítica. Empléela sólo cuando las objeciones parezcan razonables y hayan
sido formuladas con el ánimo de ayudar: 1. Dígale que tiene razón. 2. Haga que
se dé cuenta que usted hace lo que quiso decir. 3. Si la crítica fuera
apropiada, agradezca. 4. Si disiente con sus argumentos, pero considera que
pueden ser atendidos, explique su punto de vista con humildad.
Estrategia N°2. Acuerdo simbólico: Emplee esta técnica cuando
la crítica no sea constructiva ni precisa: 1. Acepte lo que considere acertado.
2. Acepte la posibilidad de que lo que dice pueda ser correcto. 3. Acepte que,
en principio, lo que dice pueda ser correcto. 4. Luego, y en la soledad evalúe
críticamente sus argumentos. ¿Eran malintencionados o había en ellos algo de
verdad?.
Estrategia N°3. Sondeo: Utilice este método
para personas con críticas poco claras y contradictorias: 1. Escuche
atentamente su razonamiento siguiendo el método de "escucha activa". 2.
Deje que se quede sin palabras. Si no sabe a dónde quiere llegar, él mismo
terminará por reconocerlo. 3. Si la crítica es vaga, exija su aclaración. ¿Qué
pretende? ¿Qué quiere decir? 4. Si la explicación resultara más concreta que
antes recurra a las estrategias 1 o 2 según el caso. 5. Si aún la crítica no
tuviera fundamento ni razón de ser, retírese de la discusión.
Estrategia N°4. Demora: En caso de que no haya comprendido
los argumentos, o considere que necesita madurarlos, no sienta prisa para dar
ninguna respuesta y resérvese el derecho de contestar más tarde.
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